FESTIVAL DEL SANCOCHO
Mi Ciudad Barrancabermeja
Teniendo en cuenta que mi bella hija del sol, Barrancabermeja es un municipio ubicado en el departamento de Santander, a 136 km de Bucaramanga, a orillas del Río Magdalena, en la región del Magdalena Medio. Descubierta por la expedición del conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada el 12 de octubre de 1536, quien venía remontando el río Magdalena y encontró un caserío llamado La Tora por los indios Yariguíes, descendientes de los Caribes y gobernados por el cacique Pipatón y su esposa, la bella Yarima; cuenta con un clima húmedo y una temperatura de 36 grados.
Nuestra amada tierra cuenta con la refinería de petróleo más grande del territorio Colombiano y siendo la capital del Magdalena medio, se convirtió en interés de pobladores de diversas zonas del país los cuales fueran creando y arraigando su asentamiento en esta ciudad.
El sancocho es propio y característico de mi ciudad. Sirvió de punto de unión entre hombres y mujeres que llegaron a trabajar como obreros de "LA TROCO" y se quedaron a vivir en Barrancabermeja trayendo consigo sus tradiciones en la década del 20. Fue el soporte con el que se revitalizaron las protestas durante los paros cívicos y huelgas petroleras de 1924, 1977 y 1995; es el elemento de unión entre los barrios; su preparación conlleva a un fenómeno de cohesión social porque une familias en torno a este plato típico. Un sancocho, cuando se prepara, no solo alimenta a la familia que lo hace, sino que también alcanza para el vecindario pues nadie que desee alimentar su núcleo familiar va a querer hacer esa dispendiosa tarea de prepararlo y no compartirlo con sus amigos.
Así mismo, un sancocho afianza la confianza en la comunidad Barranqueña ya que no hay un momento especial, puesto que en cualquier momento se improvisa una parranda y lo primero que sale a relucir es la olla de sancocho; también en el jolgorio durante las fiestas patronales o decembrinas y es común que los vecinos hagan ‘la vaca’ para reunir la plata con la que puedan sufragar los gastos que demanda preparar un sancocho trifásico para resistir o resucitar la parranda.
